En el mundo hay en curso una auténtica guerra de divisas. La Reserva Federal de Estados Unidos está inundando los “mercados” de dólares. Eso mismo están haciendo los Bancos Centrales de Japón o de Gran Bretaña con sus yenes y sus libras esterlinas. ¿Cuál es el propósito? Mientras se les exige a los demás (sobre todo a China) que aumenten el valor de sus monedas, esa inundación de liquidez debería obligar a los socios comerciales a aceptar dólares, yenes o libras más baratas. Al abaratar el precio de sus productos hacia el exterior se estaría rehabilitando la llamada competitividad exportadora, posibilitando de ese modo una salida de la recesión sin subirles el sueldo a los trabajadores. Como puede ver hasta el más ciego, el planteamiento de los bancos centrales es pura y dura lucha de clases.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario